miércoles, 29 de julio de 2009

"Caritas in Veritate", Nueva encíclica de Benedicto XVI

"Caritas in Veritate"(Caridad en la Verdad)

El Papa acaba de publicar una nueva encíclica clara y directa que todo el mundo va a entender, incluidos los representantes del grupo de países ricos G-8, que estaban esos dias reunidos en Italia. Siguiendo la estela de Juan XXIII y Pablo VI, “Caridad en la verdad” tiene como hilo conductor la necesidad de superar la visión materialista de los acontecimientos humanos.

Una encíclica es un texto doctrinal católico de alcance mundial. Esta encíclica es una clara llamada a las conciencias sobre la incompatibilidad del mensaje cristiano con una estructura socioeconómica materialista del signo que sea. En este caso, con las prácticas neoliberales actuales

De la misma forma que la Iglesia institución ha denunciado hasta la saciedad el materialismo marxista (llegando a criticar a la Teología de la Liberación porque admitía el análisis marxista de la realidad), Benedicto XVI, desde los hechos y la fe, no deja margen de interpretación en su crítica al materialismo capitalista, a su estrategia y a sus fines, ante las consecuencias que está teniendo para el ser humano.

Desde el principio de la encíclica ya se afirma que nadie puede dar al otro de lo suyo sin haberle dado en primer lugar lo que en justicia le corresponde, señalando la responsabilidad tanto de las multinacionales como de las corruptelas locales de los países pobres. Ante esta situación, el Papa apunta directamente a “la acumulación en general y de los recursos básicos y energéticos en particular en manos de unos pocos es la fuente del problema”. Exceso por un lado y falta de distribución por otro.

Afirma que la Iglesia toda (es decir, cardenales, arzobispos y obispos incluidos) deben defender la tierra, el agua, el aire y sobre todo proteger al hombre contra la destrucción de sí mismo; una clara llamada a huir de la inhibición y a dar un paso al frente de compromiso activo frente a los desmanes económicos que deshumanizan a tantos millones de seres.

El Papa apunta a un sistema financiero que tenga como meta el desarrollo pleno de las personas; es decir, un progreso material y espiritual. Aboga por una reforma de la arquitectura económica y financiera internacional y de la ONU, sin olvidarse de señalar el riesgo de que la globalización sustituya las ideologías por la técnica transformándose ella misma en un poder.

Todo el documento está presidido por una llamada a los valores éticos y a la importancia de las “energías morales” como fundamento de todas las acciones en el campo económico y social, sobre todo en esta fase de crisis sin precedentes.

Pero falta una denuncia, dada la gravedad de los hechos, de la responsabilidad de la financiación de la economía y del papel de las multinacionales como causa principal de la crisis y de todos los aspectos negativos de la globalización.

No se ve ninguna referencia a la cuestión del rearme, a la necesidad del desarme, al comercio de armas internacional y, en general, al problema de los conflictos actuales y potenciales que son una de las causas fundamentales del empobrecimiento, del hambre y de la miseria.

Hay sólo una tímida referencia a las iniciativas, desatendidas en muchos sitios, para la transferencia de recursos a los países del Sur (el conocido 0,7%) y tampoco se habla de la condonación de la deuda externa, objeto de la campaña de la propia Iglesia en el año jubilar.

No hay ninguna referencia concreta al movimiento ecuménico con las otras confesiones cristianas (que animó la campaña “Justicia, paz y cuidado de la Creación ”) y solamente una referencia fugaz a las relaciones con otras religiones. Pero estas relaciones son los instrumentos principales para llevar a todo el mundo energías morales capaces de producir un cambio y de corregir el desorden actual en las relaciones entre la economía y los pueblos.

“Caritas in Veritate” es una encíclica importante pero que guarda silencio sobre lo referente a las guerras y las armas y no plantea el problema de una alianza con otras confesiones cristianas y con otras religiones que suscite los sentimientos y la energía moral para combatir la injusticia que existe en el mundo.

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